Los niños gozaron de mejor suerte que los mayores. La Semana Santa infantil se salvó de la lluvia el jueves, aunque ayer padeció sus efectos. Los pequeños recrearon las procesiones del Viernes Santo, portando pasos e imágenes de su tamaño, y ataviados con atuendos similares a los de los adultos. Decenas de personas siguieron con atención un desfile que salió de O Valado y tuvo que acortarse debido al mal tiempo. La Semana Santa infantil constituye ya un reclamo, en especial para familiares y vecinos de los protagonistas de estas singulares marchas procesionales. En el programa de los menores, ayer fue Viernes de Pasión. Y como tal portaron los pasos, con la solemnidad y el rigor que corresponden, caminando a buen ritmo por las calles de la ciudad.
La Procesión del Viernes Santo Niñas ataviadas con Mantillas
Los chavales también vivieron con cierto nerviosismo y preocupación los momentos previos a la salida de la procesión, por temor a la lluvia, que boicoteó las procesiones de hace una semana (de hecho, es el tercer año consecutivo que no se pueden celebrar). El tiempo se portó regular y no les permitió completar el itinerario previsto. Los progenitores les observaban de cerca. Las niñas, con mantilla negra, recrearon a la perfección, junto a sus compañeros varones, la Semana Santa.
Los pèques llevaron paraguas Un tamborilero simpático