Publicado 22/07/11 y de nuevo el 19/02/13
Con motivo de la visita de este pasado Domingo de los Cofrades de la Diócesis a la Iglesia de Cedeira, en donde se encuentra la Primera Virgen del Carmen tallada por Jose Rivas, publicamos de nuevo este artículo tan interesante. Esperamos que os guste
Autor: Manuel E. Garcia Barreiro
NUEVA ICONOGRAFíA DE LA VIRGEN DEL CARMEN, CREADA POR EL IMAGINERO COMPOSTELANO "JOSÉ RIVAS RODRíGUEZ" y SEGUIDA POR SUS NUEVE HIJOS
Con los antecedentes expuestos se llega a la conclusión de que faltaba algún imaginero que diese forma a una nueva Virgen, donde se resaltase su relación con el mar. y es entonces cuando aparece el gran tallista compostelano José Rivas Rodríguez que nació en 1.885 y murió en 1.950 a los 65 años de edad, dejando 9 hijos, todos ellos imagineros como él y tres hijas, asociado en el año 1.916 con el cura párroco de Santa María de Cedeira, cuya mayor obsesión era beneficiar a las familias de casi un centenar de marineros muertos en un horrible naufragio
Fruto de dicha unión es la primera imagen marinera de Rivas, que realmente no representa a la Virgen del Carmen, puesto que lleva un hábito azul liso y no porta escapulario alguno, ello es debido a que fue entronizada en la Iglesia Parroquial de Santa María de Cedeira como patrona desu parroquia y cuya fiesta se celebraba y continúa haciéndose el 15 de Agosto.
El motivo de que dicha Virgen que luego se llamó Nasa Señora do Mar se representase por vez primera de esta forma se debe a los siguientes hechos:
A principios del siglo XX salieron desde la ría de Cedeira hacia mar abierto un total de 14 traineras de remo y vela con siete marineros en cada una de ellas y al llegar a su destino, se levantó una fuertísima tempestad que hizo naufragar a todas ellas.
Como es lógico, la tragedia se cebó en una gran parte de las casas del pueblo y con ella las secuelas de la pobreza y el hambre.
En ese tiempo surge en la parroquia un gran sacerdote llamado Don José que empleó su vida y su riqueza en ayudar a los padres, viudas y huérfanos de la pobre gente del mar y tan obsesionado estaba con esos menesteres que una noche tuvo un sueño místico como los que tenía Santa Teresa en el siglo XV, donde veía a la Virgen María bajarse del Cielo y recoger a los marineros del naufragio.
Esa visión lo conmocionó de tal manera que hizo un viaje a Santiago para buscar al mejor imaginero que pudiese interpretarla y plasmarla en una Imagen.
Es entonces cuando se encuentra con José Rivas, que tenía poco mas de 30 años y que escuchando con la máxima atención su relato, pudo confeccionar un boceto que fue del agrado del cura y que mas tarde se convirtió en la bellísima talla de madera que se ve en la portada de este libro, con una Virgen con Niño, vestida toda de azul, con el manto claro, caminando sobre el mar para recoger con su mano derecha a un marinero que como todos los de esa época iba equipado con traje de aguas de lino, impermeabilizado con aceite de linaza y llevaba en la cabeza un gorro o "sueste" de la misma tela e impermeabilización, el cual junto con otros dos tapados por las olas estaban a punto de ahogarse.
Esta imagen fue transportada en el año 1.917 desde Santiago al puerto de A Coruña, donde la esperaba un barquito de vapor denominado Sotana, que era propiedad del citado cura y que fue el que la llevó desde ese puerto a Cedeira, acompañado de otros barcos, dando lugar a que esa fuese una de las primeras procesiones marítimas de Galicia.
Al llegar a Cedeira y no haber muelle, el barco quedó varado en la Playa y allí mismo todo el pueblo descalzo la recogió y la subió en procesión a la Iglesia donde preside su retablo mayor. Al hacerse muy popular esta imagen, de varias parroquias marítimas gallegas, le llegaron al citado José Rivas varios encargos para realizar otras parecidas, pero ya en su advocación de Virgen del Carmen, es decir, cambiando su vestido azul por el hábito marrón de las carmelitas, con el escapulario también marrón en el pecho y el pequeño de cordones en las manos del niño.
Diez años mas tarde, en 1.927, cuando tenía 42 años de edad, en plena madurez artística, termina de realizar las magníficas imágenes de la Virgen del Carmen que le encargaron desde las parroquias de Bayona y de Moaña.
Estas dos imágenes, aun cuando hay alguna diferencia entre ellas, son especialmente esbeltas y mucho mas trabajadas que la de Cedeira, sobre todo la de Moaña, donde el artista ha hecho un trabajo tan fino de policromía que se ven mucho mas las filigranas estofadas sobre el dorado del escapulario grande y del hábito que sus colores marrones de fondo, dando al que la observa una hermosa sensación de belleza y elegancia clásica a la que también contribuyen sus grandes dimensiones, por lo que se puede deducir que se trata de una magnífica obra de imaginería religiosa del siglo XX.
La imagen de la Virgen del Carmen fue costeada por casi todo el pueblo de Moaña, el cual estaba acostumbrado a venerar a la otra talla del siglo XVIII como intercesora de las Animas del Purgatorio y necesitaba una de este tipo, mas relacionada con el mar, para que fuese objeto de la devoción de todos, fuesen pescadores, labradores o de cualquier otra profesión, pues en esa época todo en Moaña giraba alrededor de la mar y por desgracia, abundaban los naufragios
Tanto éxito tuvo la nueva imagen que a su fiesta celebrada localmente el 12 de Noviembre acudían mas personas que a las del Patrón San Martiño al que se honraba el día anterior, por ello no es de extrañar que cuarenta años mas tarde el párroco de entonces D. Donato encargara a los hermanos Rivas, hijos de D. José Rivas la construcción de una nueva imagen lo mas parecida posible a la que tallara su padre, para entronizarla en la Iglesia de la Playa donde se encuentra actualmente en su calidad de patrona de la nueva parroquia.
Fotografías de Oscar Soto y Eduardo Martínez Luaces |