La lluvia fue ayer, como se esperaba, uno de los protagonistas en el inicio de la Semana Santa. Sin embargo, en la mayoría de localidades de A Mariña no pasó de ser una simple amenaza y apenas se alteraron actos programados.
En Viveiro, por ejemplo, al mediodía lució el sol y la procesión de la Borriquita se celebró con toda su brillantez, con gran cantidad de gente contemplando el paso de la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, de José Rivas (1948), y después congregándose en la plaza mayor para la bendición de ramos y palmas. Por la tarde el tiempo parecía empeorar. Poco antes de las ocho de la tarde, hora prevista para el inicio de la procesión del Ecce Homo de los franceses, la gente reunida en torno a la iglesia de San Francisco, de donde salió, miraba al cielo. Finalmente, salieron los pasos del Ecce-Homo de los franceses (s. XV), la Coronación de Espinas (s. XV), el Cristo de la Vera Cruz (s.XV) y la Virgen Inmaculada Dolorosa (s. XVIII).
La cita hoy en Viveiro es con la Tamborrada, a las 21.00 horas, por las calles del casco antiguo y con final en la Plaza Mayor.
Ayer en otras localidades mariñanas, como en San Martiño (Foz), se pudo celebrar la bendición de los ramos cuando al poco comenzó a llover y la gente se guareció en la basílica. En Ribadeo, debido al mal tiempo se optó por hacer la la bendición de ramos y palmas delante de la iglesia parroquial, en lugar del espacio tradicional de la Praza de Abaixo.