Pregón 1995 |
Escrito por Administrator |
Jueves, 19 de Marzo de 2009 17:53 |
Y a lo largo de la Semana Santa vivariense se suceden variedad de pasos procesionales e imágenes de devoción que recuerdan año tras año los valores religioso-artísticos fruto de la tradición de muchos años que los vivarienses consiguen mantener conscientes del patrimonio que representan y fruto también de la gran devoción popular de la que disfruta.
Cabe destacar que la celebración de la Semana Santa o lo que es la costumbre de llevar en procesión por las calles de pueblos y ciudades las imágenes de devoción, tiene su marco histórico en el contexto del arte Barroco, que acoge el nacimiento de los pasos procesionales especialmente creados para sacar a la calle, al igual que las figuras articuladas e imágenes de vestir, también es cierto que en nuestras procesiones y en otras de España se exhiben algunas imágenes anteriores a la cronología del arte Barroco, pero son minoría puesto que estas prácticas religioso-didácticas, nacidas con este fin, necesitan de una imaginería conmovedora, que excite piedad y devoción en los fieles, creando figuras para procesiones con fin teatral y didáctico, ayudando a este fin numerosos elementos como son: el realismo, los escorzos, los vuelos de ropajes, efectos pletórico-coloristas, dramatismo, misticismo, elementos accesorios como cabellos, lágrimas y ojos, en general se tiende a una exaltación de lo sensorial.
Consecuencia de las resoluciones conciliares comenzó un movimiento depurador y se produjo una reacción a veces excesiva, abandonándose temas y tradiciones antiguas, incluso hubo un conflicto entre Iglesia y Pueblo por prohibir la representación de imágenes com|o la del San Juan y el Niño Jeús jugando. Se presionó también a los artistas forzando su libertad expresiva en aras) de realizar un arte exclusivamente dedicado a excitar piedad. No hay que olvidar tampoco la conexión del arte Barraco con la Contrarreforma, aunque la identificación de ambos términos ha sido y sigue siendo objeto de viva polémica pues la reforma católica no coincide cronológicamente con el Barroco; pero este arte de la contrarreforma unido a los decretos de Trento se unen para oponerse al aspecto puramente pagano que había tomado antes de estas fechas el arte religioso. La Contrarreforma, al demostrar e imponer con la mayor energía una voluntad de forma -cuestión para la que el protestantismo carecía a la vez de vocación y de capacidad- y al apoyarse en un mundo de formas universal y clásico, atrajo a ella a los capitales representantes de las tendencias de estilo inmanentes a la época, y este estilo, por su parte, se puso inmediatamente al servicio de la simbolización de este mundo de ideas, que no es otro que la religión católica.
Hay que recordar que en la España de Felipe II y Felipe III cuando las ideas emanadas del Concilio de Trento fueran asimialdas e interpretadas por artistas egregios y cuando estos son capaces de escapar a la tiranía académica, se crean una serie de obras dotadas de poderosa originalidad, provistas de grandiosa expresividad y dotadas de un vigoroso poder evocador y sugestivo desde el punto de vista espiritual. Nuestros artistas de los siglos XVI y XVII enriquecieron el arte cristiano con acentos desconocidos hasta entonces y con ello alcanzó su poder expresivo un grado de incitación como jamas había conseguido. Pero será en los siglos XVII y XVIII con el Barroco, cuando el arte religioso tome un aspecto más aristocrático y teatral, decorándose todas las iglesias con retablos que serían telones de fondo para albergar a gran número de imágenes exentas! que servirían para los Pasos procesionales todo ello tratado con gran lujo y suntuosidad, empezando a introducirse temas mitológicos, profusión de mármoles y columnas, dorados y estofados y los mas complicados elementos de sustentación carentes de todo valor arquitectónico corno frontones curvos y partidos todo elle trantado con profusa decoración de guirnaldas y follaje. El ¡lusionismo fue la fuerza impulsiva para representar al espectador las imágenes religiosas de acuerpo con el impulso dado y por voluntaria identificación como algo capaz de ser revivido y experimentado en un instante. Al dedicarse la escultura y la pintura a tratar lo: temas religiosos desde el punto de vista de su capacidad de sugestión ilusion y milagros, visiones y glorias el mayor grado posible de verosimilitud con el género de recursos representativos utilizados dentro de las condiciones que tales fenómenos requieren.
En este ambiente se crearán los Pasos procesionales por excelencia, de la mano de ¡lustres imagineros como Gregorio Fernández, Montañés y Juan de Mesa (pertenecientes al primer Barroco del siglo XVII de carácter más autóctono, distinguiéndose varias escuelas, Castellana y Andaluza), el primero de ellos nació en Lugo y desarrolló su labor en Castilla creando numerosos Pasos procesionales y un estilo a seguir. En el siglo XVIII destaca Francisco Salzillo creador de numerosos Pasos procesionales y fundador-director en 1769 de la Academia de Murcia.
En general estos artistas eliminan los estilos individuales buscando el efecto fantástico y decorativo, creando santos en apoteosis y arrebato triunfal con elegancia de figura y vestimenta tal es el estilo de Gregorio Fernández, siendo el distintivo dej carácter nacional el realismo, que en casos llegan al expresio-nimo, como ejemplo de esto tenemos en Viveiro durante la jornada de Viernes Santo dos magníficas representaciones, el Santo Encuentro y el popularmente denominado Desenclavo, ambas representaciones subliman la teatralidad del Barroco llegando al expresionismo. El espíritu de religiosidad en estas esculturas está patente representando escenas del Martirio y de la Pasión, teniendo siempre en cuenta el movimiento naturalista y las composiciones diagonales y asimétricas, con un afán de instantanei-zar las escenas.
En las procesiones de Semana Santa de toda España se utiliza una ¡nconogra-fia similar siendo el tema dé la Pasión el principal con numerosas representaciones de flagelados, Cristos caídos, Crucificados y Cristos yacentes, también habrá una iconografía especial para las Vírgenes como las Dolorosas, Inmaculadas y Santos, en especial San Juan casi siempre represenado con el Niño Jesús.
Como resumen, es decir que en Viveiro tenemos la suerte de tener magnificas representaciones de este Arte, como Dolorosas, Cristos yacentes, etc. comoimágenes propias del Barroco, otras imágenes posteriores en cronología siguen los mismos postulados y fines, puesto que los postulados del Barroco perduran durante el siglo XIX conviviendo con el estilo Neoclásico hasta mitad de siglo
Es importante nombrar a los imagineros que realizaron nuestros Pasos procesionales, (siguiendo a Juan Donapetry) alguno de origen local como Juan Sarmiento vecino de San Ciprían, creador de San Juan Evangelista y la Verónica, ambas imágenes de movimiento que datan de 1774 y posteriormente en 1807 creó las imágenes de la Santa Cena; el imaginero valenciano José Tena, creador de Jesús atado a la columna o Paso de la Fragelación y el Santísimo Cristo yacente; del también valenciano Modesto QuMes tenemos la Dolorosa al pie de la Cruz, y las imágenes de María Magdalena y San Juan pertenecientes al taller del valenciano Tena; más jóvenes y recientes son los Pasos del Santísimo Cristo de la Piedad, el Prendimiento y el Paso de la Borriqurta del imaginero compostelano José Rivas.
En mi opinión todas estas obras constituyen el culmen de la plasmación de los ideales del arte Barroco especialmente durante la jornada del Viernes Santo, que gracias al impulso y trabajo de conservación de las cofradías, desde los tiempos en que se iniciaron estas prácticas, y siempre con el precedente de los Padres Franciscanos y Dominicos han conseguido que el patrimonio tan querido de nuestra pequeña ciudad, pase a ser reconocido como de interés cultural nacional. |
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